Baja California, en el epicentro del consumo de drogas

El consumo casi se duplicó en menos de una década, al pasar de 12.3% en 2016 a 22.3% en 2025, el mayor incremento registrado a nivel nacional

Ensenada, Baja California

Diciembre 25 del 2025

Por: César Esparza

La información que hoy coloca a Baja California en el centro del panorama nacional sobre consumo de drogas proviene de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2025, el ejercicio estadístico más reciente realizado en hogares a nivel nacional para medir este fenómeno.

Se trata del primer levantamiento de esta magnitud en casi una década con resultados plenamente comparables, luego de la última medición nacional realizada en 2016. El estudio permite observar la evolución de los patrones de consumo a lo largo de nueve años y ofrece un corte actualizado sobre cómo se ha transformado el uso de sustancias en el país.

En el contexto nacional, los resultados muestran que el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida aumentó de manera sostenida. La prevalencia pasó de 10.3% en 2016 a 14.4% en 2025 entre la población de 12 a 65 años, confirmando un cambio estructural en el comportamiento de la población adulta.

Dentro de ese panorama, la región Península Norte —integrada por Baja California, Baja California Sur y Sonora— registró el mayor incremento nacional. En esta zona, el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida pasó de 12.3% a 22.3% en menos de una década, prácticamente el doble del nivel observado al inicio del periodo.

Este resultado coloca a la región muy por encima del promedio nacional y ubica a Baja California dentro del entorno territorial donde el crecimiento del consumo ha sido más acelerado. Aunque la información pública no desagrega cifras específicas por entidad, el estado forma parte de esta región y comparte condiciones estructurales que influyen en los patrones observados.

La frontera internacional, la alta movilidad poblacional, la concentración urbana y la interacción económica y social con Estados Unidos forman parte del contexto en el que se desarrolla este fenómeno. Se trata de factores que inciden en la exposición, disponibilidad y normalización del consumo de sustancias.

El incremento se concentra principalmente en la población adulta. A nivel nacional, el consumo de cualquier droga alguna vez en la vida aumentó de 10.3% a 14.4% entre 2016 y 2025, mientras que el consumo en el último año mostró variaciones menores, lo que indica que el crecimiento se explica por una mayor proporción de personas que han probado drogas a lo largo del tiempo.

El comportamiento entre adolescentes fue distinto. En la población de 12 a 17 años, el consumo de drogas ilegales mostró una reducción, al pasar de 6.2% en 2016 a 4.1% en 2025. Esta tendencia también se observa en las regiones del norte y marca una diferencia clara entre grupos de edad.

Entre las drogas ilegales, el cannabis se mantiene como la sustancia de mayor consumo. A nivel nacional, la prevalencia de consumo alguna vez en la vida pasó de 8.6% a 12.0%, mientras que el consumo reciente se mantuvo relativamente estable. Este patrón se reproduce con mayor intensidad en regiones fronterizas.

Otras sustancias también registraron incrementos. El consumo alguna vez en la vida de alucinógenos aumentó de 0.7% a 1.3%, y el de estimulantes tipo anfetamínico pasó de 0.9% a 1.5%, aunque el consumo en el último año se mantuvo bajo.

En el caso de sustancias de alto riesgo, el consumo de fentanilo se mantiene bajo a nivel nacional. La prevalencia se ubicó en 0.2% alguna vez en la vida y 0.1% en el último año, sin registros de consumo en población adolescente y con casos concentrados en personas adultas.

El consumo de alcohol también mostró cambios relevantes. A nivel nacional, el consumo alguna vez en la vida aumentó entre mujeres adultas, al pasar de 67.3% a 75.4% entre 2016 y 2025, mientras que en hombres se registró una ligera disminución. Este cambio impacta directamente en estados con alta concentración urbana y laboral femenina, como Baja California.

En conjunto, los datos confirman que Baja California se encuentra dentro de la región del país con el mayor crecimiento en consumo de drogas alguna vez en la vida, en un fenómeno que se concentra en la población adulta y se desarrolla en un contexto fronterizo que plantea retos específicos para las estrategias de prevención, atención y tratamiento en el estado.